Las 14 tinturas madre imprescindibles en su botiquín

Se trata de un campo complejo, en el que se utilizan numerosas formas distintas: infusiones, decocciones, hidrosoles, cápsulas de plantas secas, extractos estandarizados.

tinturas madre

¿Por qué tinturas madre?

Muchos de estos preparados fueron inicialmente fabricados y distribuidos por grandes laboratorios homeopáticos. Por desgracia, hoy día algunas de las tinturas madre que antes se encontraban con facilidad no están disponibles (o, al menos, no son tan accesibles).

Se trata de maceraciones en las que la planta se deja reposar protegida del sol durante 3 semanas en alcohol de grano puro (entre 60 y 95 °).

Una vez terminada esa fase se filtra el líquido resultante, la tintura madre (TM). Aunque también existen estos mismos preparados elaborados a base de plantas secas; en estos casos los principios activos simplemente están menos concentrados y la solución no posee alcohol.

En cualquier caso, como es lógico el nivel de alcohol que va a ingerir dependerá del uso que haga de estas elaboraciones. Y en ese sentido, como siempre, mi máxima es la prudencia.

Las 14 tinturas madre -y sus usos- que usted debe conocer.

 

Estas son las principales TM que van a sacarle de más de un apuro:

  1. Castaño de Indias para los problemas circulatorios

El castaño de Indias (Aesculus hippocastanum) es bien conocido por sus indicaciones como tónico venoso frente a la pesadez de las piernas, la tendencia a sufrir varices y arañas vasculares, úlceras… Ahora bien, menos conocido es que también es un fantástico calmante hemorroidal gracias a esa misma acción venotónica (las hemorroides no son otra cosa que varices en el recto).

  1. Bardana para la piel

La bardana común (Arctium lappa), aunque muy extendida en forma silvestre en los campos, es cada vez más difícil de encontrar en forma de tinturas madre. Sin embargo, las tinturas madre de bardana es un gran remedio (también complementario) para todo tipo de afecciones de la piel, incluso las infecciones purulentas (dermatosis, acné…).

  1. Árnica para los impactos físicos y psíquicos

La planta árnica (Arnica montana) es un remedio muy conocido porque, aplicada rápidamente después de un golpe, acelera la curación de los hematomas. Sin embargo, esta dimensión trascendería a lo físico, convirtiéndola también en una planta ideal para los shocks emocionales.

  1. Avena contra la fatiga y el insomnio

La tintura de Avena sativa -o simplemente avena- puede mejorar la calidad del sueño de quienes sufren de inquietud en las extremidades inferiores (lo que se conoce como síndrome de piernas inquietas -SPI-, o incluso solo calambres u hormigueos).

De hecho, esta planta se encuentra en numerosos complementos alimenticios aconsejados frente a la fatiga debido a su contenido en tirosina, un aminoácido de gran interés en esos casos.

  1. Berberina, un paso más allá en el tratamiento antidiabético

La raíz de berberina o agracejo (Berberis vulgaris) es un gran clásico para el drenaje en caso de reumatismo, así como para ayudar a tratar la urolitiasis (piedras en el sistema urinario, ya sea en el riñón, en los uréteres o en la vejiga) y aliviar el dolor, si bien en estos casos se usan mucho las diluciones homeopáticas bajas (3 DH).

Sin embargo, el motivo por el que se hizo famosa esta planta es su interesante capacidad para estimular la secreción de insulina y, por tanto, por su actividad antidiabética, función que conoce muy bien la medicina ayurvédica.

Es decir, que se trata de un recurso ideal para reemplazar o complementar ciertos medicamentos antidiabéticos que no siempre son fáciles de soportar (pida consejo a su médico antes de comenzar a tomarlo).

  1. Boldo para digerir mejor

El boldo (Peumus boldus) es un estimulante general de la digestión gástrica y hepática. En dilución baja (3 DH), muchos homeópatas lo asocian para estas indicaciones con Taraxacum (diente de león), Chelidonium (celidonia) o Cynara (alcachofa).

No es raro encontrarlo en complejos de drenaje digestivo y “desintoxicantes” asociado a otras plantas de acciones similares como el diente de león, la alcachofa, la bardana, el cardo mariano, el rábano negro y el desmodio. También interesa en forma de extracto estandarizado dosificado a 70 mg por cápsula.

  1. Caléndula, un gran desinfectante

Esta planta acelera la curación y reduce las consecuencias de las contusiones, la inflamación, el dolor, las supuraciones, las ulceraciones…. Y en particular se recomienda en caso de llagas o de picaduras de insectos, indicaciones para las que se encuentra en múltiples pomadas, cremas o aceites para la piel.

  1. Cardo mariano para desintoxicar el hígado

El cardo mariano (Silybum marianum) es, junto al Desmodium adscendens, uno de los mejores depuradores del hígado que existen. Además, actúa sea cual sea el origen del problema hepático, ya se trate de una infección viral o de una intoxicación por medicamentos o alimentos.

Asimismo, asociado a tratamientos específicos ayuda a reducir el dolor hepático y vesicular, a combatir la acidez y a aliviar la ictericia cutánea (es decir, el tono amarillento que produce un exceso de bilirrubina en sangre debido a un problema en el sistema hepatobiliar).

No resulta complicado encontrarlo en farmacias o tiendas especializadas en forma de extracto estandarizado en silimarina (si quiere conocer un poco más sobre cómo actúa.

Además, asociado a la cúrcuma sería capaz de retrasar el crecimiento de algunos tipos de cáncer e incluso de mejorar la eficacia de ciertos tratamientos como la radioterapia, al aumentar la protección del cuerpo frente a sus efectos secundarios.

  1. Celidonia para acabar con las verrugas

La celidonia mayor (Chelidonium majus), conocida precisamente como “hierba de la verruga”, se usa externamente para eliminar estas molestas protuberancias. De hecho, impregnar la verruga con el jugo que contiene su tallo permite acabar con ellas.

  1. Espino blanco contra las palpitaciones

El espino blanco (Crataegus oxyacantha) es un gran estabilizador de la frecuencia cardíaca y calma las palpitaciones leves al actuar como modulador suave del sistema simpático y como ligero ansiolítico (pero sin causar adicción). Pero es que además de eso también puede contribuir a reforzar la contracción del corazón, a elevar la presión arterial demasiado baja y a disminuir los síntomas de insuficiencia cardíaca (por ejemplo, el edema).

Puede hallarse fácilmente en forma de cápsulas de plantas frescas y se asocia con magnesio o con plantas sedantes como el bálsamo de limón o la amapola de California en muchas preparaciones.

  1. Damiana para la libido y contra el estrés

La damiana -o Turnera aphrodisiaca– es, como su nombre científico indica, un tónico sexual tanto para hombres como para mujeres, a quienes ayuda a recuperar el equilibrio hormonal.

  1. Equinácea contra las infecciones

La equinácea (Echinacea angustifolia) se considera uno de los principales antiinfecciosos recogidos en las farmacopeas tradicionales, capaz además de bajar la fiebre.

Ahora bien, su acción contra las bacterias no es directa, sino que funciona gracias a la estimulación de células inmunitarias especializadas como los linfocitos.

  1. Cola de caballo para recuperar la energía

La cola de caballo (Equisetum arvense) o “sílice vegetal”, como también se le conoce, es probablemente la mejor forma asimilable de este compuesto y, por tanto, resulta altamente remineralizante.

De hecho, suele aconsejarse en estados de fatiga (aunque no en personas hipotensas), después de una enfermedad infecciosa y en todos los estados de desmineralización en general, como por ejemplo cuando se sufre osteoporosis o un proceso de recalcificación tras una fractura.

  1. Amapola de California para dormir mejor

La amapola de California (Eschscholtzia californica) es un clásico en el tratamiento de los trastornos del sueño.

Entradas relacionadas

Deja tu comentario